jueves, 30 de enero de 2020

Mi comentario a “Todo esto existe” de Íñigo Redondo


Conmovedora, brutal, devastadora. Una novela que te hace plantearte si merece la pena la buena literatura cuando te lo puede hacer pasar tan mal, ponerte el estado psicológico patas arriba, tener pesadillas, agobio, claustrofobia, miedo, en el más puro estilo de los grandes genios, los que dejan que el lector intuya, vaya por delante, evoque sus monstruos, y además, sienta ternura, empatice y remueva sentimientos primarios de la mano de las palabras, de las descripciones, de las atmósferas. Una novela con un ritmo muy bueno, con unos diálogos y unos silencios elocuentes, con unos personajes tremendos. Bastante bien escrita, si ya no tanto a nivel léxico, si a nivel semántico y del uso del lenguaje y la evocación. Me ha recordado, al despertarme determinadas emociones, aquellas obras que leíamos en literatura hispanoamericana en la facultad, y no por el contenido, que está en las antípodas, sino por las sensaciones con las que el escritor conduce y manipula al lector.
La novela es muy buena, es recomendable para conocer el poder tan grande que tiene contar historias, la magia de las palabras. Ahora bien, hay que leerla con perspectiva. Si te dejas atrapar, puedes pasarlo realmente mal para salir de su universo. Reconozco no haber estado tan turbado por una novela desde hace muchos años.

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