sábado, 29 de febrero de 2020

Mi comentario a “La señora Osmond” de John Banville

Es una novela de Banville, sinónimo de disfrute del estilo y del manejo del lenguaje.
A partir de ahí, es un experimento y, como tal, es brillante. Ahora bien, personalmente prefiero a un Banville que tenga más libertad. Por lo que escribe y de quién escribe, está encorsetado por el genio de Henry James. Creo que es el único escritor actual capaz de hacer una secuela de Isabel Archer (Retrato de una dama), y lo hace de forma brillante, haciendo evolucionar a un personaje femenino y feminista en una tesitura compleja para el momento histórico en el que vive.
Digo que prefiero libre a Banville en ese sentido, sin tener que recurrir al universo narrativo de James.
Por lo demás, es una novela clásica desde el momento en que se escribe, porque el autor es un virtuoso capaz de hacer eso, ponerse en la piel de un narrador decimonónico y escribir desde allá con una conciencia social atemporal.
Siempre sienta bien reencontrarse con esta literatura. Es importante leer a los clásicos incluso cuando son ć lásicos contemporáneos como Banville, capaz de escribir como Benjamin Black en el presente y como Henry James en el pasado.

martes, 25 de febrero de 2020

Mi comentario a “Tierra” de Eloy Moreno

Pues me quito el sombrero. Confieso que, con lo mucho que me gustó “Invisible” y sus otras novelas, especialmente “Lo que encontré...”, al empezar a leer ésta, creía que el escritor iba a pasar a engrosar la lista de autores que venden libros al peso, por el tamaño y por el planteamiento. Pues nada más lejos de la realidad y celebro haberme equivocado. 
No puedo definir la novela de ninguna manera sin riesgo de despiece. ¿Es una novela de ciencia ficción escrita para remover conciencias?, ¿es original?, ¿es conmovedora? ¿ecologista? ¿Activista? El lector lo descubrirá. Yo sólo puedo recomendarla. Contiene reflexiones implícitas, que las prefiero a las explícitas que en algún momento también las hay.
A nivel formal, se entretejen dos historias en diferentes tiempos y tonos. Son casi dos novelas de géneros distintos y absolutamente relacionadas, una historia contada con un estilo propio de lo que denuncia, y paralelamente, todo un thriller a modo casi de aventura. Se salta de uno al otro alternativamente durante toda la novela hasta el final. No me gustaba la forma de terminar los capítulos de la historia cronológicamente anterior, con ese recurso explícito al suspense, pero incluso eso creo que es un recurso acorde con el tono de la narrativa de esa historia.
Hay denuncia, realismo contemporáneo, ternura, y buena dosis de parodia. El lector va evolucionando para terminar....
En fin. No sigo. Leedla si podéis. Hace reflexionar. Se estará más o menos de acuerdo con lo que se plantea, pero hace reflexionar y discurrir al lector.
A nivel formal, no se le espera un alto manejo del lenguaje, pero es correcto y la estructura de la novela, la hace de lectura muy rápida y adictiva
Muy recomendable

viernes, 21 de febrero de 2020

Mi comentario a “El dolor de los demás”, de Miguel Ángel Hernández.

Una novela que es biográfica, thriller, costumbrista y realista al mismo tiempo. Reconozco que me ha atrapado por diferentes motivos. Primero creí que me estaba atrapando porque me hacía viajar a la huerta, a mi querida huerta murciana, oler a limoneros, escuchar los sonidos de la huerta, almorzar como se almuerza allí, hablar con sus gentes, que me son tan cercanas. Sin embargo, me ha terminado de atrapar por cómo escribe, las preguntas y reflexiones que deja implícitas o explícitas, la forma de reflejar la fuerza de las palabras y los silencios, el peso, el lastre, o simplemente, los atributos del pasado. En fin, es una experiencia vital dentro de un drama doloroso, contado con maestría y muy recomendable.

martes, 18 de febrero de 2020

Mi comentario a “La librería de Monsieur Picquier”, de Marc Roger

Una historia preciosa, tierna, divertida a veces, trágica pero humana, otras. Un libro sobre el poder de la literatura. Un estilo precioso, con un tono que evoluciona en el narrador al tiempo que la literatura y su propio sentido de la lealtad lo van cultivando y haciéndole crecer. Me ha encantado y la recomiendo. Es cierto que la esencia de esa literatura es la francesa, pero lo grandioso es que se puede extrapolar a la literatura universal, porque lo que dice o lo que el lector experimenta es transgresor. La recomiendo para todos, y especialmente para jóvenes que empiezan a descubrir el poder de la literatura y el valor de la amistad.

domingo, 16 de febrero de 2020

Mi comentario a “A plena luz” de J.R. Moehringer

Una maravilla y un gozo de lectura. El autor es un enorme contador de historias. El personaje de esta novela también lo es. Narra historias con un manejo de los tiempos y una coherencia brillantes. Bella, con descripciones y reflexiones para cincelar o enmarcar; tierna, con los sentimientos más honrados y leales en un contexto exótico; clásica, con un estilo magistral. Si “El bar de las grandes esperanzas” revelaba un gran narrador, ésta, sin duda, lo consagra a una talla estratosférica

martes, 11 de febrero de 2020

Mi comentario a “El prisionero de Zenda” de Anthony Hope

Tocaba clásico y qué mejor forma de hacerlo que con una novela de aventuras eterna. Aventuras de honor que no pueden pasar de moda, valor magistral por la perfección de su estilo. El clásico que leí hace tantos años y que reencontrarlo en esta edición tan cuidada y bien prologada, ha sido un redescubrimiento mágico. Me ha encantado. Vuelves a sentir el honor como uno de los pilares capaz de soportar lo insoportable, ese honor cuya ausencia hoy en día, es una de las mayores pérdidas de la sociedad a mi juicio. Estoy deseando que siga la biblioteca de aventuras de Zenda de la mano de uno de los mejores escritores que tiene la lengua española.

sábado, 8 de febrero de 2020

Mi comentario a a “El bar de las grandes esperanzas” de J.R. Moehringer

 Una novela maravillosa, de un gran contador de historias. Y de eso va, de las historias que forjan la propia del narrador en un entorno, un bar el “Dikens”, más tarde “Publicans”. Un lugar mágico donde la literatura, la música (ahora mismo, mientras escribo esto, escucho a Sinatra para invocarlo de alguna forma), el juego, pero sobre todo, lo humano, aflora de unos personajes geniales, casi fantásticos y repletos de humanidad pro encima de clichés. Hay mucho de Irving. No creo que esté en la misma altura literaria pero tiene momentos brillantes de literatura en mayúsculas, de descripción de sensaciones y su humor, en ocasiones hilarante, está desprovisto de la paranoia del de aquél para hacerlo más blanco, más cercano.
Un libro del que difícilmente pasarán una página sin que se te dibuje una sonrisa en la cara.  Los que conocen lo que hay de sagrado en los lazos que se unen en los bares, lo disfrutarán; los que se han ido construyendo a base de descubrirse en situaciones cómicas y en dramas convencionales, lo disfrutarán igual. 
Qué forma de narrar, voy a leer, sin duda, más cosas de este autor.

jueves, 6 de febrero de 2020

Mi comentario a “Tiempos recios” de Mario Vargas Llosa

Mario Vargas Llosa por doquier en una novela histórica que apasiona por los personajes que recrea y con una escritura sólo al alcance de los más grandes. Un texto sin apenas puntos y aparte, lo que le imprime un ritmo trepidante. Y una historia para la mayoría desconocida y que es clave para entender muchas situaciones y contingencias de la historia de América Latina.
Se hace un poco intenso con tanto nombre, por tanto implicado que hubo en esta gran historia de intrigas, traiciones, intereses, mentiras y tretas que, de no haber triunfado, hubieran cambiado la historia de Centroamérica y toda Latinoamérica.
Vargas Llosa es un clásico y como tal, hay que leerlo.
No va a ser mi libro favorito, ni tampoco el que más me guste de los que ha escrito, pero reconozco su valor y que nace ya siendo un clásico.