viernes, 24 de enero de 2020

Mi comentario a “Alegría” de Manuel Vilas


La
Una narrativa preciosa , original. ¿Obsesiva? Quizá intensa, quizá recurrente, pero el autor vuelve a ser un prestidigitador de la lengua española. Su amor por ella, por sus posibilidades, por sus significantes, sus significados y sus evocaciones. Es lírica más que novela. En ella, el lector, por muy ducho que se sienta en las artes literarias, encontrará que sí que existen palabras para designar aquellos sentimientos subterráneos a los que sólo se llega con circunloquios si no se tiene una elocuencia tan brillante como Vilas. Hay erudición, hay complicidad con la música clásica y con el cine. Pero, sobre todo hay exposición. Una exposición de sentimientos, de corazón tendido al sol, de las luces y sombras, de  la alegría idenrifocada pero escurridiza.
Si además se ha vivido el úlrimo cuarto del siglo XX, aún se disfruta más. El lector se identificará mucho, y sonreirá y se emocionará.
Y es que la literatura es tan mágica, que lo mismo te estimula la biosfera que el propio núcleo de nuestro planeta individual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario