sábado, 27 de junio de 2015

Mi comentario a "Mitos y leyendas celtas"

Se trata de un ensayo que es un compendio de leyendas de los celtas diferenciadas según las tres etapas en que divide la tradición y la historia antigua y medieval irlandesa. Es un clásico y da una buena visión general de la tradición oral celta. No obstante, no deja de ser un ensayo muy lineal, con resúmenes de los cuentos y escrito a comienzos del siglo XX, donde el realismo imperante no permitía mucho espacio a la magia y el romanticismo que sí comprenden estas leyendas y que se pueden apreciar mucho mejor en otros autores.
Destaco su visión del paraíso que me hace replantearme mi naturaleza celta "Embriagadora es la cerveza de Erin, pero más embriagadora la cerveza de la Gran Llanura.".
Hay libros de relatos celtas preciosos. Éste, para mí, no es uno de ellos y, salvo que el cielo caiga sobre nuestras cabezas, la tierra se abra para tragarnos y el mar inunde la tierra, seguiré buscando la magia de esta hermosa tradición.

martes, 16 de junio de 2015

Mi comentario a "Wilt" de Tom Sharpe (relectura)

Otra lectura en segundas nupcias (pues considero una suerte de enlace la relación entre lector y libro) con la que he disfrutado más que la primera vez, hace más de 20 años. Entonces leer Wilt tenía todavía un componente de transgresión que le confería cierto morbo. El tema del sexo extravagante sin tabúes, la muñeca, etc. Ahora, con el paso del tiempo, cuando todo ese envoltorio que rodeaba el libro ya no tiene sentido, cuando, como, parafraseando una canción de Sabina, se le quita la piel a la manzana prohibida, se disfruta mucho más de las geniales situaciones en que el autor pone a sus protagonistas y la hilarante maestría de los diálogos.
Siempre he considerado como muy meritorio que un libro te haga desternillarte a lo largo de cientos de páginas. Por eso, de cuando en cuando, leo a David Safier, al que ahora está leyendo ya mi hija, para orgullo paterno, a Woody Allen con sus "Cuentos sin Plumas" o "Como acabar con la cultura de una vez por todas", o al mismísimo Jardiel Poncela y su genial "Eloísa está debajo de un almendro". Ahora que estoy engastando  lecturas nuevas con libros que leí hace tiempo y no los saboree lo suficiente, simplemente por falta de acervo cultural del receptor, o sea, un servidor,  he recurrido a este clásico y lo he pasado en grande. Tendré que volver a leerlo  dentro de 20 años D.M. cuando espero saber más pues no quiero parecer pretencioso con la susodicha aseveración. Al fin y al cabo, como diría Sancho a Don Quijote, "yo sé lo que sé" pero sé que es bastante más de lo que sabía hace 20 años y gran parte de culpa la tienen los buenos libros. Viva la literatura pijo!

martes, 9 de junio de 2015

Mi comentario a "La chica del tren" de Paula Hawkins

Pues no es de lo mejor que he leído ni mucho menos. Mi respeto a la forma de escribirlo, a esa cuadrafonía o diferentes voces narrativas en las que cada personaje narra en primera persona su versión de los hechos. Un estilo de escritura sencillo y una mención especial a la buena traducción, que se agradece viendo lo que se vé por ahí con algunos best-seller.  También destaco la estructura que es agradable al lector por encontrarla coherente.
No obstante se me hace pesado y una gran paranoia colectiva. La sensación es muy parecida a cuando leí "Pérdida" (Gone girl), que también traía mucha parafernalia y publicidad en su salida al mercado.
A ver, a lo mejor si uno es un alcohólico  o un paranoico puede entender la forma de pensar y evolucionar de los protagonistas. Pero a quienes aún presumimos de no serlo, nos parece demasiado recurrente y cansina la descripción o vivencia de la psique enferma de estas personas que, por desgracia, sufren de esta adicción. Quizá sea muy conmovedor o ilustrativo en USA pero, por ejemplo, quien ha experimentado de vez en cuando una cogorza común se identifica mucho más con el bebedor que presenta Mikel Santiago en su último libro que con la protagonista de "La chica del tren".
Como digo, el estilo es bueno, no original porque lo hemos visto en muchas novelas y alguna de ellas grandes clásicos de la literatura hispanoamericana, pero bueno. La trama, regular, la forma de contarla bien pero el nivel de interés se disuelve a lo largo de la novela.
Cuando esto me ocurre, releo a los clásicos. Así que la próxima novela "Grandes Esperanzas" revisited.

sábado, 6 de junio de 2015

Mi comentario a "El mal camino" de @mikelsantiago

Esta novela, para mí, consagra al autor como un maestro del género. Si ya disfruté con "La última noche de Tremore Beach", "El mal camino" la supera a mi juicio en estilo y madurez como escritor, manteniendo, y superando si cabe, el altísimo nivel sugestivo que hace que el lector permanezca con el corazón en un puño desde la primera página. Es frenética, rápida, adictiva, y te sumerge en una intriga que te mantiene en vilo durante todo el libro. El estilo, como digo, más pulido. Con una sintaxis concisa y unas descripciones precisas. Para mí, el thriller cuenta con un monstruo del género. Absolutamente recomendable.