viernes, 31 de enero de 2020

Mi comentario a “El negociado del yin y el yang”, de Eduardo Mendoza

Una novela de Eduardo Mendoza. Con eso bastaría para describirla. Eso es sinónimo de disfrutar con el lenguaje, con un acervo léxico y discursivo prolífico y espléndido. Una evasión hacia la situación cómica y la desternillante mezcla de tonos discursivos que raramente coinciden con las espectativas del lector sobre el personaje.  Leer a Mendoza es reír y aprender. En este caso, la continuación de “El rey recibe” repasar un momento histórico de nuestro país a mediados de los años setenta. Las peripecias del señor Batalla continúan, ora por oriente, ora por occidente.

jueves, 30 de enero de 2020

Mi comentario a “Todo esto existe” de Íñigo Redondo


Conmovedora, brutal, devastadora. Una novela que te hace plantearte si merece la pena la buena literatura cuando te lo puede hacer pasar tan mal, ponerte el estado psicológico patas arriba, tener pesadillas, agobio, claustrofobia, miedo, en el más puro estilo de los grandes genios, los que dejan que el lector intuya, vaya por delante, evoque sus monstruos, y además, sienta ternura, empatice y remueva sentimientos primarios de la mano de las palabras, de las descripciones, de las atmósferas. Una novela con un ritmo muy bueno, con unos diálogos y unos silencios elocuentes, con unos personajes tremendos. Bastante bien escrita, si ya no tanto a nivel léxico, si a nivel semántico y del uso del lenguaje y la evocación. Me ha recordado, al despertarme determinadas emociones, aquellas obras que leíamos en literatura hispanoamericana en la facultad, y no por el contenido, que está en las antípodas, sino por las sensaciones con las que el escritor conduce y manipula al lector.
La novela es muy buena, es recomendable para conocer el poder tan grande que tiene contar historias, la magia de las palabras. Ahora bien, hay que leerla con perspectiva. Si te dejas atrapar, puedes pasarlo realmente mal para salir de su universo. Reconozco no haber estado tan turbado por una novela desde hace muchos años.

viernes, 24 de enero de 2020

Mi comentario a “Alegría” de Manuel Vilas


La
Una narrativa preciosa , original. ¿Obsesiva? Quizá intensa, quizá recurrente, pero el autor vuelve a ser un prestidigitador de la lengua española. Su amor por ella, por sus posibilidades, por sus significantes, sus significados y sus evocaciones. Es lírica más que novela. En ella, el lector, por muy ducho que se sienta en las artes literarias, encontrará que sí que existen palabras para designar aquellos sentimientos subterráneos a los que sólo se llega con circunloquios si no se tiene una elocuencia tan brillante como Vilas. Hay erudición, hay complicidad con la música clásica y con el cine. Pero, sobre todo hay exposición. Una exposición de sentimientos, de corazón tendido al sol, de las luces y sombras, de  la alegría idenrifocada pero escurridiza.
Si además se ha vivido el úlrimo cuarto del siglo XX, aún se disfruta más. El lector se identificará mucho, y sonreirá y se emocionará.
Y es que la literatura es tan mágica, que lo mismo te estimula la biosfera que el propio núcleo de nuestro planeta individual.

martes, 21 de enero de 2020

Mi comentario a 1793 de Niklas Natt Och Dag

Magnífica novela negra ambientada en el Estocolmo de finales del siglo XVIII.
No esperaba encontrarme con una obra tan estupenda. Descripciones realistas y duras hasta llegar a agobiar y tener que parar con las ganas de volver a cogerla cuanto antes. Historias preciosas dentro de la dureza de una época y unas condiciones difíciles. Perfectamente planteada en su estructura para un desenlace magnífico e inteligente.
No puedes quitártela de la cabeza y sueñas con ella por las noches.
Buena traducción. Un léxico impecable. Un narrador omnisciente que escribe en presente y se permite sutilezas de un humor que el lector agradece como un soplo de aire fresco.
Muy recomendable. Va a dar mucho que hablar.

viernes, 17 de enero de 2020

Mi comentario a “Progenie” de Susana Martín Gijón


Se trata de una novela con un ritmo muy bueno, repleta de intriga y acción. Está bien escrita en el plano sintáctico, léxico y semántico. La historia es sólida, y en buena parte original. Los peros vendrían porque hay demasiados lugares comunes respecto al carácter de algunas protagonistas que hacen pensar en otras de novelas recientes y exitosas, y eso le resta originalidad.
Al respecto de la forma, sólo el plano morfológico me resulta chirriante. Tras comentarios brillantes como que las faltas de ortografía bajan la lívido en un whatsapp, encontramos un laísmo de nota en los primeros capítulos y un forzado “genia” de una palabra masculina (genio) tan masculina como desastre, o miembro. Para mí, bien por el feminismo pero nunca a costa de pervertir la lengua.Si lo politizadamente correcto, la ignorancia y necedad que lleva a pervertir la lengua española para ponerla a disposición de demagogos, entra en el mundo literario, el valor de las palabras, una de las cosas más sublimes de la literatura se vanaliza En general, como novela negra, muy recomendable.

sábado, 11 de enero de 2020

Mi comentario a “Los lobos de Praga” de Benjamin Black

Una novela fantástica de uno de los mejores escritores contemporáneos. Ubicada a comienzos del siglo XVII, Black, con más Banville que nunca, plantea una novela negra cuajada de descripciones preciosas, vívidas, por las que un lector no puede dejar de festejar la literatura. Intriga, humor, sensualidad, Praga. Es una auténtica maravilla.

miércoles, 8 de enero de 2020

Mi comentario a “La Apple de Tim Cook” de Leannder Kahney


Una biografía más que interesante.
Ha sido el primer libro de 2020  y ha sido un acierto enorme que no me esperaba. Un descubrimiento.
Lo empecé con cierto recelo, la reticencia de  un devoto admirador del genio de Steve Jobs para leer una biografía o libro que hable de la forma de gestionar de su sucesor. Aunque ya el hecho de que Apple haya seguido subiendo el nivel, creando dispositivos mágicos como el Apple Watch o los AirPods me indicaba que este hombre discreto era mucho más que un intento de continuar la visión de un genio, hacerlo era como ofender a Dios. Y sin embargo, el libro es sumamente interesante, con multitud de datos que desconocía y que me hacen seguir admirando esta compañía que, de su mano, está alcanzando nuevos récords y fronteras en lo que se refiere a responsabilidad social, accesibilidad, diversidad, sin perder un ápice de su esencia y visión.
No me gusta mucho que el autor desmitifique a Jobs en alguna ocasión pero sí que me gusta cómo aporta datos sobre la gestión de Cook y su carácter de CEO, quizá más gestor que el propio Steve Jobs, que se centraba en cambiar el mundo con productos como el primer PC, el Mac, el IPod, Iphone, ITunes o el Ipad.
Como libro digital esta edición es manifiestamente mejorable, pues está repleta de erratas y hasta errores de traducción, pero el contenido es inspirador.
Por todo ello, considero que, para haber empezado con una biografía las lecturas de 2020, no podía haber elegido una mejor.

miércoles, 1 de enero de 2020

Mi comentario a “Somos lo que hablamos” de Luis Rojas Marcos


Un libro divulgativo que, como suele ocurrir con los del doctor Rojas Marcos, va mucho más allá de la autoayuda. En la frontera de la psicolingüística y las teorías de las PNL, el libro es mucho más que todo eso. Un recorrido por la importancia que tiene el lenguaje humano en su psicología, en su formación de la personalidad, las relaciones sociales y las relaciones con uno mismo. Como libro de no ficción merece mucho la pena.

Mi comentario a “Gente Normal”” de Sally Rooney


Bastante más que diálogos contemporáneos realistas y silencios elocuentes. 
Me ha gustado por lo directa y por la facilidad de usar bien el lenguaje que tiene la autora. Cuando un escritor transmite con una palabra, e incluso con un silencio, lo que a otros les cuesta páginas, es de admirar. No hay un léxico de altura pero tampoco es literatura milenial, “en plan, en plan”. Y sí que se advierte un dominio absoluto de la palabra y la narrativa. Los momentos de sexo son realistas pero apropiados y precisos. En cuanto al contenido, es un clásico de los jóvenes que no se encuentran, de los raros, que, en resumidas cuentas, somos o hemos sido legión, y de las relaciones sociales y con uno mismo.