domingo, 10 de mayo de 2015

Mi comentario a "Palabras de doble filo" de Alex Grijelmo

Imprescindible para todos los que amamos la expresión correcta. Didáctico como son todos los textos de Grijemo, desde "El estilo del periodista" o "Defensa a ultranza de la lengua española" como todos sus artículos, buena parte de ellos recogidos en esta compilación que, sin duda, merece la pena leer una y otra vez. Es un conjunto de textos no exentos de humor y sarcasmo cómplice con el lector, escritos, como el propio autor indica, no para ridiculizar sino para enseñar. Y la verdad es que arrojan mucha luz sobre esa oscuridad a la que nos dirigen los que abusan de nuestra querida lengua española, la utilizan y prostituyen ad infinitum, tratando de cambiar la realidad desde el lenguaje que la designa. Es el lenguaje viciado de los políticos, absurdo de algunos periodistas que huyen de la riqueza de sinónimos que tenemos en nuestra lengua para adoptar anglicismos no se sabe bien con qué motivo u oscuro complejo.

No obstante, el autor se mantiene bastante ecuánime y conciliador. Bastante más que un servidor que contemplaría con buenos ojos la cárcel o el cadalso para todos aquellos que tratan de imponer una lengua artificial para cambiar una realidad que puede ser repugnante antes de cambiar esa realidad con otras herramientas y descubrir que la lengua, la gramática, era inocente. Aquéllos que retuercen la gramática, que la ven sexista, que la imperialista, que le atribuyen valores y complejos que tiene la sociedad y que no son culpa del lenguaje. Hay, como digo, bastantes ejemplos de ello y desde una perspectiva mucho más moderada y conciliadora que la mía. Merece la pena tenerlo cerca y leer uno o dos artículos de vez en cuando para aprender de gramática histórica, de semántica, de pragmática y para llamar a las cosas por su nombre.

Muy interesante.

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