jueves, 10 de mayo de 2018

MI comentario a “Las hijas del Capitán” de María Dueñas.



Nos encontramos ante una novela de María Dueñas, eso ya es garantía para el lector.


Se trata de una novela en la que nuevamente destaca el papel de la mujer luchadora, capaz, superviviente en una sociedad dura, hostil. Unas mujeres, tres hermanas, íntegras, cuajadas, femeninas sin postureo alguno,  como ya hizo la autora en sus anteriores novelas. 


En cuanto a la forma, es Dueñas por los cuatro costados. Está fantásticamente bien escrita. Escrita como escriben los filólogos, y esto es una razón para que el lector se relaje y no se encuentre, de pronto, con algún disparate que cambie su perspectiva. Y es que hay novelistas que narran bien pero con un estilo pobre, (no descartéis encontraros con alguno que doble el género cualquier día), y otros que escriben como hablan.  En María Dueñas encuentras la sutilidad de acudir de forma brillante y proporcionada incluso a rasgos dialectales de los protagonistas y un uso sublime del predicativo, uno de los indicadores clave para rastrear y encontrar a los escritores que verdaderamente saben de su oficio.


Por lo demás, descripciones impecables, sensoriales. Personajes que evolucionan y viven en las páginas de la novela, haciéndose biografía con el lector. Por poner un pero, que tampoco lo merece la novela, podríamos hablar de un planteamiento y nudo un poco lentos para un desenlace mucho más rápido.

En general, otra gran novela que habla de superación, de capacidad de adaptación (resiliencia, como dicen ahora), tradición, amor, abuso y todo desde una pluma brillante como la de María Dueñas.

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