Una perspectiva distinta en una temática que no es original, sobre la que ya escribieron, entre otros, George Orwell, con su “1984” y Aldous Huxley con su “Mundo Feliz”.
Si algo no me cuadra de este texto es por qué elige la religión cristiana occidental como la causante de un régimen teocrático que aniquila a las mujeres como personas, teniendo tan cerca, incluso cuando se escribió esta novela, el islamismo, repleto de ejemplos y enseñanzas denigrantes que, gracias a la incultura, los integristas han convertido en realidad en algunos países haciendo profética esta historia apocalíptica.
Por lo demás, está bastante bien.
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