domingo, 15 de octubre de 2017

Mi comentario a “El día que se perdió la cordura” de Javier Castillo


Una novela de suspense, rayando el terror que cuenta con una arquitectura que vuelve al lector un poco paranóico. Un quién es quién en una historia que discurre en dos momentos distintos. a partir de esa estructura, el autor va sorprendiendo y cambiando siempre las certezas del lector y provocando el suspense que atrapa.
Recuerda un poco a casol Harry Quebert salvando las distancias e incorporando el componente ocultista y psicópata que le confiere momentos de terror.
No está mal escrito pero su singularidad viene precisamente de la sucesión de capítulos cortos y que cada uno conlleva un cambio de escenario. 

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