jueves, 20 de septiembre de 2018

Mi comentario a "El rey recibe" de Eduardo Mendoza



Mi trigésima séptima lectura del año se ha colado entre la saga que andaba leyendo, como se va a colar el tercero de Falcó de Reverte o el que está a punto de salir de Kate Morton. Y es que hay autores a los que hay que ceder el paso. Uno de ellos es, sin duda, Eduardo Mendoza, con su humor sutil, inteligente y brillante. Nos encontramos con una novela que ubica al personaje, y al lector, en un tramo del siglo XX, a caballo entre España y Estados Unidos.

Sin ser un personaje cómico o tragicómico, como el Innombrable,  lo cierto es que hay momentos brutales, e historias fantásticas. Como siempre, merece mucho la pena. Sólo el brillo discursivo de personajes que dicen tener poco conocimiento del idioma ya es un motivo para la carcajada. El juego con los tonos, los nombres inventados. En definitiva, lo singular de Mendoza. Aunque no esté en absoluto de acuerdo con algunas ideas y reflexiones plasmadas en el texto, no puedo dejar de aplaudir.

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