domingo, 28 de enero de 2018

Mi comentario a “Morir no es lo que más duele” de Inés Plana.



Difícil comentar esta novela.
Como novela que es, me merece todo el respeto hacia la autora. Lo que pasa es que a mí no me ha gustado. 
Me ha entretenido la trama, por momentos bastante intrigante, pero no me ha sorprendido el estilo y el tono literario de la novela. 
Es un relato negro de crímenes, psicópatas e investigaciones policiales que, para los amantes del género, puede entretener y hacer pasar el rato. Sin embargo, una lectura buscando singularidades se queda ansiosa.
En cuanto al estilo es de manual del buen escritor, pero nada más. No hay una impronta personal que le confiera un matiz distinto. Es un texto con narrador omnisciente contado en pasado y con ausencia de predicativos y figuras más o menos complejas que embellezcan y aporten oficio de literato. Sólo se nos cuenta una historia. No se disfruta nada más. La trama, que empieza bien, recurre a demasiadas serendipias y al Deus ex machina para salir de algunas encerronas. Muchos adjetivos epítetos y ‪lugares comunes‬.
En cuanto a los personajes, salvo quizá uno, el resto son lineales, no evolucionan. Por último, la autora deja demasiados rastros subjetivos propios en sus personajes. Un ejemplo de esto puede verse en el tratamiento del machismo, muy evidente y traído a colación en muchos personajes, bien, pero no en otros a los que mantiene en un plano a lo largo de la novela, para sorprender casi al final con una postura o pensamiento machista que no se espera. Cuando toca, toca y cuando no, se mete con calzador y chirría.
Hay algunas cosas que si merecen la pena aunque no puedo decir las por no hacer spoiler. Así que animo a leerla. Igual el que está confundido soy yo

Buenos. Quizá he sido demasiado duro en la crítica. Si lo pillo sin referencias, seguro que me habría gustado algo más. Quizás debería criticar al crítico que dijo que no se había leído todo en novela negra poniendo este libro como ejemplo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario