domingo, 26 de abril de 2020

Mi comentario a “Lord Jim”, de Joseph Conrad



Tras quedar entusiasmado con la lectura de Victoria, de Joseph Conrad, me he leído otro clásico del autor, Lord Jim. 
Reconozco que lo he disfrutado menos que aquél pero influyen diferentes cuestiones externas al propio libro. En primer lugar, la edición y la traducción. Como le ocurrió a Victoria, creo que el enojo está obtenido de una digitalización del texto en tinta sin mucha corrección, con lo que está repleto de erratas. 
La traducción también es compleja y deja ver algunos rasgos dialectales de quien la hace, rasgos que, unido a la sintaxis compleja de Conrad y el valor de sus metáforas, dificultan bastante la lectura, que precisa de una concentración máxima para ir corrigiendo sobre la marcha.
Respecto a la historia, creo que he leído al segundo  personaje más inadaptado socialmente, junto al bueno de Heyst en Victoria.
Aquí Lord Jim es un joven valiente y con principios que, en un momento de extrema tensión, flaquea y, a partir de ahí, entra en una tormentosa lucha consigo mismo y con sus principios quebrantados.
Conrad es único para plasmar y describir esos sentimientos y emociones en las páginas de sus libros. Lo recomiendo. Sí que se nota un cambio de tono de los primeros capítulos que son más tediosos a la segunda parte del libro por lo que conviene no desfallecer en la lectura. Hay que dar margen de confianza. Lo describe el propio autor en el prólogo. Iba a ser una historia distinta y después dio paramucho más. Hice bien en seguir leyendo cuando tenía dudas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario